Como era de
esperarse la escalada del dólar comienza a tener sus consecuencias en la
economía real, en las últimas horas se conoció el índice de inflación de junio
en 3,7% y con él se acumula 16% en lo que va del año, un punto menos de lo que
el oficialismo había pronosticado para todo el año el diciembre pasado, y que
lo modifico este año al 27%, más aún si se toman proyecciones de consultoras
privadas, tampoco lograría esa meta. Ya es más que evidente que la premisa
número uno, la baja de inflación, no resultó.
El mes pasado
hubo un fuerte avance de la categoría alimentos y bebidas, que
lideró el ranking de subas con 6,45%. Los servicios y
los combustibles estuvieron en el segundo lugar, con un
incremento de 5,20%. Transporte cerró el podio,
con un avance de 4,01%.
En el
desglose geográfico, la zona del Gran Buenos Aires (Capital
Federal y Conurbano) estuvo al tope de la lista con una suba
de 3,9%. Le siguieron las zonas Pampeana (3,7%), Cuyo (3,6%) y
Noroeste (3,4%). Los menores incrementos se registraron en Patagonia (3,3%) y
Noreste (3,1%).
Este año, que
a priori, indicaba ser un año relativamente tranquilo (dentro de los márgenes esperados)
en donde, sin elecciones y habiendo hecho el mayor porcentaje de ajustes, el
gobierno apuntaba a ganar terreno pensando en la reelección, de repente todo se cayó
y comenzó a ser cuesta arriba desde de las constantes subas del dólar. Al ex
presidente del BCRA, no pareció darle sus frutos estudiar en las mejores
universidades del mundo, tener los mejores posgrados y entender como nadie la
teoría económica, pues en Argentina la cultura, las costumbres y sobre todo la
historia muestra otra cosa…quien aposto al dólar, a la larga, siempre ganó.
Pero, atribuir solo al dólar el problema de la
inflación sería incorrecto, no hace falta retroceder mucho en el tiempo para
darse cuenta de ello; en la anterior gestión el dólar estaba fijo por ley, y de
igual manera la inflación persistía. Intentar erradicar este problema no tiene método
que se puedan encontrar en libros de economía atento que la idiosincrasia argentina
es marcadamente distinta a la de los demás países, por una sencilla razón, el
99% de los países del mundo supo ganarle a la inflación.
El
gradualismo terminó en utopía y al problema del aumento de precios le siguen el
déficit fiscal, la balanza de pagos, la balanza comercial, el dólar, problemas
sociales por paritarias y hasta parecería que la ley de aborto podría jugarle
en contra al gobierno.
Todo por
verse en la segunda mitad del año, lo que ya se da por descontado es la recesión,
y la incógnita sobre esta ¿Cuánto durará?
Gracias Santi
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